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miércoles, 12 de marzo de 2014

Existir

Doris Lessing vive en sus primeros treinta años de forma sorprendente: se casa dos veces, abandona sus dos primeros hijos y se separa del padre del tercero. En los mismos años muchos jóvenes de hoy aún no han salido de su casa materna. Hemos alargado la infancia, la responsabilidad de enfrentar un futuro duro y difícil. Pero qué ha pasado con las generaciones del bienestar. Son abúlicos,  desganados, comodones… Siempre el futuro es más competitivo que el pasado. Cada nueva generación se enfrenta a retos que exigen más. Sin  embargo desde la generación X, lo de moda es no luchar, conformarse en la comodidad domestica que les acoja, e ir tirando. El nihilismo se ha hecho dueño y señor ¿para qué el esfuerzo?. Si la respuesta la vinculamos al éxito social y al protagonismo unánime de la corrupción, encontramos multitud de explicaciones racionales. Pero qué explicaciones existenciales pueden satisfacer a la autorrealización. El mercantilismo capitalista ha vaciado al humano de sentido y significado lanzándolo al disparate del
suicidio existencial.