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viernes, 13 de abril de 2012

POESÍA GRIEGA

ALCMÁN de ESPARTA, s. VII a.C.

Yo sé las tonadas de todas las aves

Cuando en tiempo de primavera alborota la golondrina…

Entonces la ilustre, insomne alba despierta a los ruiseñores


SIMÓNIDES de CEOS, s. V a.C

Pero alcanza la muerte también al que huye del combate

Llegar a ser de verdad un hombre bueno,
equilibrado de manos, pies, y espíritu,
forjado sin tara, es arduo empeño.

Pues, sin placer, ¿qué vida humana
es deseable, o qué clase de poder?.

El parecer incluso a la verdad doblega.


FILEMÓN, s. IV a.C

De mí, en efecto, es dueño otro hombre,
pero de ésos, de ti, y de otros mil, la ley;
de otros, un tirano; de los tiranos, el miedo.
Unos son esclavos de los reyes; el rey, de los dioses;
el dios, del Destino. Todos en bloque, si lo adviertes,
son, por naturaleza, menos que éstos y más que aquéllos,
y así son por turnos siempre esclavos los unos de los otros.

ARQUÍLOCO de PAROS, s. VII a.C

Y ni, al vencer, demasiado te ufanes,
ni vencido, te desplomes…

JENÓFANES de COLOFÓN, s. VI a.C
Hay un único dios, el más grande entre dioses y humanos,
No semejante en su forma ni en su pensamiento a los hombres